Los jueces de la Cámara Criminal de Río Gallegos condenaron por unanimidad a prisión perpetua por homicidio calificado por odio a la identidad de género (transfemicidio) a Oscar Biott, acusado junto a Angel Azzolini de asesinar a la joven trans Marcela Chocobar. A Azzolini lo condenaron a 6 años de cárcel como autor del delito de encubrimiento agravado. La fiscalía y la querella habían formulado el pedido de que se lo considere “partícipe necesario”. La joven trans de 26 años fue vista por última vez en septiembre de 2015 y al día de hoy su cuerpo sigue sin aparecer, sólo apareció su cráneo.
Cuando se leyó la sentencia, las hermanas de Marcela, querellantes y militantes incansables por justicia, rompieron en llanto. Es la primera vez que la provincia de Santa Cruz tiene un fallo judicial con el agravante de “odio a la identidad de género” y en la sentencia recoge el pedido de la querella de crear una fiscalía especializada en género.
“No se hizo Justicia” se escuchó mientras Gabriela Chocobar firmaba la sentencia leída. “No estoy muy conforme con esta sentencia porque esperábamos que a Azzolini le dieran unos 15 años. Estuvo el testimonio que decía que él había participado en el descuartizamiento de mi hermana”, dijo Gabriela Chocobar a los medios locales.
“Por un lado hay contento por la cadena perpetua por odio a la identidad de género. En ese sentido, es un fallo ejemplar que senta un precedente a nivel provincial y nacional para que se juzguen estos crímenes como son, crímenes de odio. Respecto a lo de Azzolini se va a apelar la sentencia porque seis años es una escasa condena, la familia está muy disconforme. Lo de la fiscalía es un paso adelante pero acá, si no se cambia la forma en cómo se investiga y designa a los jueces, es más un marketineo que otra cosa“, dijo a Presentes Romina McNamara, abogada e integrante de la Mesa de Mujeres de Río Gallegos, que acompaña a la familia Chocobar desde el principio.
“Esperamos que lo de la fiscalía especializada en género no quede sólo en el papel. Nosotras sabemos lo fue luchar para que se incorporara la perspectiva de género en la investigación. Costó mucho. Y eso logró que ahora Oscar Biott haya sido juzgado como el asesino de mi hermana”, dijo Judith Chocobar a los medios.
En la segunda audiencia, un testigo “arrepentido” había declarado que los acusados Azzolini y Biott habían descuartizado a la joven. En la cuarta, el perito forense confirmó esto, y dijo que la despellejó y descuartizó “un profesional”.
Los últimos momentos
El 6 de septiembre de 2015 a las 6 y media de la mañana, las cámaras de seguridad registraron a Marcela subiéndose a un Renault 9 de color rojo. Cuando Marcela no apareció, sus hermanas realizaron una exposición pero recién a las 48 horas lograron radicar la denuncia. Ocho días después, en la mañana del lunes 14 de septiembre de 2015, encontraron restos óseos y elementos que indicaban que Marcela estaba muerta. Pasaron 15 días hasta que el 29 de septiembre el laboratorio forense confirmó que los restos pertenecían al cuerpo de la joven. Ese mismo día tres hombres quedaron detenidos cuando circulaban en un automóvil de características similares al que habían registrado las cámaras.
“Esperamos que lo de la fiscalía especializada en género no quede sólo en el papel. Nosotras sabemos lo fue luchar para que se incorporara la perspectiva de género en la investigación. Costó mucho. Y eso logró que ahora Oscar Biott haya sido juzgado como el asesino de mi hermana”, dijo Judith Chocobar a los medios.
En la segunda audiencia, un testigo “arrepentido” había declarado que los acusados Azzolini y Biott habían descuartizado a la joven. En la cuarta, el perito forense confirmó esto, y dijo que la despellejó y descuartizó “un profesional”.
Los últimos momentos
El 6 de septiembre de 2015 a las 6 y media de la mañana, las cámaras de seguridad registraron a Marcela subiéndose a un Renault 9 de color rojo. Cuando Marcela no apareció, sus hermanas realizaron una exposición pero recién a las 48 horas lograron radicar la denuncia. Ocho días después, en la mañana del lunes 14 de septiembre de 2015, encontraron restos óseos y elementos que indicaban que Marcela estaba muerta. Pasaron 15 días hasta que el 29 de septiembre el laboratorio forense confirmó que los restos pertenecían al cuerpo de la joven. Ese mismo día tres hombres quedaron detenidos cuando circulaban en un automóvil de características similares al que habían registrado las cámaras.