Yelena Grigórieva se había destacado por su defensa de los derechos de las minoría sexuales, pero también participaba en otras causas sociales y políticas
La causa de los derechos del colectivo LGBT en Rusia ha perdido una destacada voz en la ciudad de San Petersburgo. Una conocida activista, Yelena Grigórieva, fue encontrada muerta el pasado domingo. Su cuerpo estaba abandonado en una calle al lado de su casa y cosido a puñaladas. El motivo de tan truculento ataque está aún por aclarar, aunque se sabe que había recibido amenazas de muerte a causa de su posicionamiento en defensa de los derechos humanos.
Grigórieva, de 41 años, era una participante habitual en las manifestaciones por los derechos de gays, pero también en otros mítines políticos, como los que pedían la libertad para los prisioneros políticos ucranianos o las protestas del año pasado contra la reforma de las pensiones.
Decidida activista de los movimientos democráticos anti guerra
“Era una activista de los movimientos democrático, anti-guerra y del movimiento LGBT”, aseguró en Facebook el activista opositor Dinar Idrísov. “Recientemente había sido víctima de violencia, y a menudo la amenazaban de muerte. No importa en absoluto que estos ataques, amenazas y ahora el asesinato estén relacionados con sus puntos de vista políticos, con su actitud vital indudablemente activa, su carácter y su comportamiento. Toda persona tiene derecho a la vida”.
Varias veces su activismo le supuso ser detenida por las fuerzas antidisturbios. La última vez fue en mayo, durante una acción del movimiento LGBT del pasado mayo contra la homofobia, la bifobia y la transfobia.
Según los criminólogos que investigan el caso, el asesinato se cometió en las primeras horas de la madrugada entre el sábado y el domingo. El cuerpo se encontró entre 12 y 16 horas después.
Un detenido tras un rastreo con perros policías
Los agentes del Comité de Instrucción detuvieron a una persona con ayuda de perros policías que siguieron su rastro, y lo investigan como un crimen doméstico. Pero según la prensa local de San Petersburgo a Yelena Grigóreva el sábado se la vio en compañía de cinco personas, una amiga y cuatro hombres, por lo que no se podría descartar que la mataran varias personas. Además de las ocho puñaladas que los forenses han localizado en la cara y en la espalda, el cuerpo también presentaba signos de estrangulamiento, señala el portal peterburgués Fontanka.ru.
Varios conocidos han apuntado que Grigórieva había recibido amenazas recientemente y que las había denunciado ante la policía. Según Idrísov, Grigórieva había dado un giro en sus posicionamientos sociales y políticos desde el nacionalismo al campo liberal y apunta que pudo ser su activismo el motivo del crimen.
“Lena y su abogado se dirigieron a la policía para denunciar estas amenazas, pero no hubo una reacción destacable. Del estilo ‘llama cuando te vayan a matar’. Pero a ella no le dio tiempo a llamar”, denuncia Idrísov.
“No sé lo dispuesta que estará la policía a considerar el motivo de odio. La gente que participa de una u otra manera en la vida pública está a la vista. Por mi experiencia, sé que existen amenazas, así que es difícil asegurar que esto fue un crimen doméstico más. Es posible, pero es difícil de creer”, razonaba el activista Yuri Gavríkov en el portal de noticias Rosbalt.
Un grupo homófobo se hace llamar “La sierra contra LGTB”
El asesinato coincide con la inclusión en una lista de posibles víctimas que un grupo contrario al movimiento LGBT había enviado a varias oenegés y activistas de derechos humanos. Este grupo homófobo, que se hace llamar “La Sierra contra LGBT”,colgó en internet un mensaje anunciando “regalos peligrosos y crueles”. En es lista negra aparecen, entre otros, el centro LGBT de Yekaterimburgo (Urales), el director del programa Red Rusa LGBT Ígor Kochetkov, además de Grigóreva.
El centro LGBT de Yekaterimburgo recibió un correo electrónico de ese movimiento el pasado 16 de julio. Unos desconocidos daban a la organización un plazo hasta el 1 de agosto para cerrar si no querían recibir explosivos por mensajería.
Después de muchas quejas, la página web de La Sierra se bloqueó el pasado 18 de julio, dos días antes del crimen. Sin embargo, como la misma Yelena Grigóreva escribió en los comentarios a la noticia, “la eliminación de estos grupos no borra los archivos en las cabezas de los matones que ya vieron esa información”.